Esotérico es todo aquello oculto, que está en lo interior, lo íntimo, que en general se refiere a lo espiritual que está velado al vulgo, de alto nivel como sabidurías, doctrinas, leyes divinas difíciles de entender o de arduo acceso para el ser común, y que se conocen y transmiten únicamente a una minoría selecta denominada generalmente “Discípulos Aceptados” o “Iniciados”, todo esto en contraposición a lo exotérico, que es lo revelado a todo el mundo, lo externo y público.
Generalmente para los círculos más elevados de la humanidad un esotérico es una persona seria, formal, de proceder correcto, buen hablar y vestir, de naturaleza reservada, silencioso, de modales refinados, con gran sabiduría, un renunciante, un servidor mundial, alguien que es completamente unitivo, que generalmente no habla de sus vivencias espirituales privadas. Veamos como describe el Maestro el Tibetano un esotérico: Los verdaderos esoteristas se distinguen por la característica del conocimiento, de la voluntad dinámica, del valor y del silencio: "saber, querer, osar y callar". Conociendo bien el plan y teniendo una visión clara y luminosa pueden aplicar Su voluntad, firme e indesviablemente, al trabajo de creación por medio del poder del sonido. Esto los conduce a callar donde el hombre común habla, y a hablar donde el hombre común calla.
El término esotérico se ha corrompido dentro del vulgo utilizándose erróneamente para las artes nigrománticas, adivinatorias, el espiritismo, la mediumnidad y toda clase de supercherías de las cuales a la gente que está en el sendero de búsqueda le gusta mucho. Erróneamente se suele llamar esoteristas a los tarotistas, astrólogos, clarividentes y esto es un grave desacierto. También ha sucedido que algunos pseudo-esotéricos que por ser poseedores de algo del conocimiento oculto, que no es de dominio publico, se han considerado superiores a los demás, lo que los ha llevado a la separación, el orgullo, la vanidad espiritual, lo cual es totalmente indebido. Veamos lo que dice el Maestro El Tibetano al respecto: El verdadero discípulo es siempre incluyente, nunca excluyente. Esta inclusividad es característica de los verdaderos esoteristas. Cuando se carece de ella tenemos un aspirante, pero no un verdadero discípulo. Existe hoy demasiado exclusivismo entre los esoteristas y las escuelas de ocultismo, y excesiva separatividad teológica.
Debido a la corrupción en que ha caído el término “esotérico”, la Jerarquía Espiritual ha restringido el uso de este vocablo públicamente, al igual que el de la palabra “ocultismo” y se ha dejado solamente para uso interno dentro de la Logia Blanca y de las instrucciones para discípulos.
Es importante que se sepa que todo conocimiento esotérico que se hace público, inmediatamente deja de ser esotérico, he allí una de las grandes contradicciones en el uso del término esotérico en medios informáticos y publicitarios.
En las antiguas “Escuelas de Misterios” en Grecia, como en Los Misterios de Eleusis, se usaba bajo el apelativo de “Esotérico” la enseñanza que sólo podía ser recibida en el interior de las escuelas de instrucciones ocultas, y que se oponía a lo que se le destinaba al público en general y era impartido al aire libre.
Conocimientos como el uso del “Yo Soy”, los Rayos, las Leyes Divinas eran conocimientos esotéricos, pero debido a la necesidad que ha tenido la humanidad de eso, desde que se ha impartido públicamente, ha dejado de ser esotérico y ha pasado a ser exotérico. A esto se refiere el Maestro Saint Germain al declarar el final del ocultismo en cuanto a la enseñanza que él revela, que era esotérica y dejó de serlo. Esto no quiere decir que no exista más enseñanza oculta y esotérica dentro de las Aulas de la Gran Hermandad Blanca. Claro que existe, pero por lo mismo que son instrucciones realmente esotéricas, se ignoran. Exteriorizar parte de este conocimiento esotérico como experimento de la Jerarquía Espiritual ha dado muy buenos resultados, pero como es de esperar ha dado también algunos exabruptos.
Por la falta de rigor esotérico en algunas escuelas denominadas de la Nueva Era, se ha tomado deportivamente el logro de la Ascensión, el conocimiento de los Rayos e incluso han renegado y despreciado el conocimiento esotérico hasta llegar a restarle importancia a las Iniciaciones, lo que los ha conducido a un verdadero desastre que ha puesto en mala imagen, para algunas personas serias, las Enseñanzas de la Jerarquía, por utilizar un exceso de fashion-espiritual en su forma de presentarlo, liviandad en la información y el manejo de datos inexactos. Esto ha sido así como querer imponer un chisme como un dato de rigor histórico.
Escuelas serias que siguen las Enseñanzas de Blavatsky, Max Heindel y Alice Bailey son las más reconocidas en portar el conocimiento esotérico. Con la entrada de la Nueva Era los Grupos Esotéricos se fortalecen, entran en relieve y la humanidad los anhela. Los Grupos del Maestro El Tibetano junto a un grupo de Enseñanza de Síntesis que está despuntando en el mundo latino actual, son las más vigentes escuelas de enseñanza esotérica con las instrucciones de la Era de Acuario.
Veamos lo que expresa Alice Bailey sobre lo que es una Escuela Esotérica y el que es responsable de ella, siguiendo los lineamientos del Maestro El Tibetano: Una escuela esotérica entrena al discípulo para el trabajo grupal. Le enseña a abandonar sus planes personales en bien del propósito grupal, que está siempre dirigido a servir a la humanidad y a la Jerarquía. Una escuela esotérica no es creada por algún discípulo que recibió órdenes de su Maestro. El discípulo que inicia una escuela preparatoria de ocultismo lo hace por propia voluntad. Es su definida y autoelegida tarea. Sirvió lo mejor que pudo en el Ashram de un Maestro; conoce las necesidades del mundo; ansía intensamente servir, y es consciente de que aprende continuamente y de los métodos por los cuales ha aprendido y progresado en el sendero. Por lo tanto, es un trabajador consciente de su deber como discípulo, está en contacto con su alma y es cada vez más sensible a la impresión del Maestro. Generalmente no proyecta iniciar una escuela esotérica; en su mente no se configura una definida y planificada organización; ansía simplemente satisfacer las necesidades que lo circundan. Debido a que está en contacto con su alma y, en el caso de discípulos más avanzados, con el Maestro y el Ashram, su vida diaria llega a ser magnética, radiante y dinámica y, en consecuencia, atrae hacia él a quienes puede ayudar, reuniéndolos a su alrededor. Se convierte en el punto central de vida de un organismo viviente, y no en el dirigente de una organización.
El Maestro Koot Hoomi cuando fue Pitágoras y vivió en Crotona, lo que hoy es Capo Colonna, tenía a sus discípulos divididos en exotéricos y esotéricos: donde los primeros eran los simples aspirantes y que no merecían tener investiduras, los segundos o esotéricos eran los iniciados en la doctrina real del Maestro y portaban las vestiduras adecuadas. Platón y Aristóteles también usaban esta ordenación de enseñanzas y discípulos esotéricos y exotéricos. Platón consideraba “exotéricas” sus enseñanzas como las que aparecen publicadas en su libro “Diálogos”, y otras doctrinas reservadas sólo a los iniciados como “esotérica”. Aristóteles divide sus obras en “esotéricas” y “exotéricas”. En las obras exotéricas se dan los argumentos más claros y sencillos mientras que en las esotéricas se reservan las instrucciones más difíciles de comprender.
El Maestro Jesús diferenciaba muy bien la enseñanza esotérica que le daba a sus discípulos más confiables de la exotérica que le daba a las masas, veámoslo en sus palabras: A vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; más a ellos [la masa del pueblo] no es concedido … por eso les hablo por medio de parábolas, para que viendo, no vean, y oyendo no oigan ni entiendan".
En la medida que la humanidad avanza en su Sendero evolutivo, por ley natural hace que mucho de lo que fue en el pasado conocimiento esotérico se transforme en exotérico y sea de dominio público, pero eso no quiere decir que algún día todo lo esotérico pase a ser exotérico. Siempre hay planos de mayor rata vibratoria a la que el estado evolutivo de la conciencia no puede acceder y esto es esotérico.
Existe una diferencia entre el místico y el esotérico que es importante tenerla bien clara sobre todo ahora en la Nueva Era. El místico es el que se acerca a Dios, y cree afiliarse a los maestros por el camino de la devoción, esto es oraciones, servicios, mantras, adoración y contemplación, usando atuendos y artilugios, todas estas cosas expresiones del Sexto Rayo Devocional. Hay que tener en consideración que, al entrar la Nueva Era de Acuario, el Sexto Rayo comenzó a ser sacado de la acción externa de la tierra, debido a los excesos que esto ocasionó durante la “Era de Piscis” como fueron la inquisición, el fanatismo, los dogmas y sobre todo actuar más por la ignorancia de una fe mal entendida que por el estudio y la razón. Explica el Maestro el Tibetano: Debe recordarse que la energía pisciana, con la cual tiene que trabajar el grupo, está en oposición con las energías entrantes de la Jerarquía y del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Ello se debe a que la energía de esta constelación está desapareciendo paralelamente a la energía de Sexto Rayo, con la cual ha coincidido en forma peculiar, como se dice esotéricamente. De ahí las actuales dificultades, cuyo origen debemos buscar en la condición imperante debida a la saliente influencia de Piscis, al lento retiro de la fuerza de Sexto Rayo y a la entrante energía acuariana por conducto de la Jerarquía (afectando hoy, especialmente a la Jerarquía y a los planos astral y mental). El retiro gradual del Sexto Rayo de Idealismo y de Devoción, la devoción centrada en un solo punto, ha sido responsable del fermento, la cristalización, la destrucción, la muerte y las separaciones, durante el siglo pasado; las cosas antiguas van desapareciendo a medida que el Señor del Sexto Rayo aparta Su atención y por lo tanto, su energía; actualmente su radiación ya no está centrada o enfocada en la vida de los tres mundos. En forma simultánea la energía y la radiación del Señor de Séptimo Rayo va siendo cada vez más poderosa en los tres mundos.
Lo opuesto al místico pisciano es el esotérico que lo rige el Segundo Rayo del estudio, la razón, la investigación, la inteligencia y el Primer Rayo del manejo de las Fuerzas ocultas por el poder de la Voluntad bien dirigida. Por eso, el Maestro El Morya, el Maestro Koot Hoomi y el Tibetano especializados en filosofía esotérica y ley cósmica, están a la cabeza de las Verdaderas Escuelas Esotéricas de la humanidad, que existen y seguirán existiendo en esta Nueva Era y en el futuro. El Maestro el Tibetano está dirigiendo una importe escuela Esotérica de la Era de Acuario, es más, él ha sido el que ha dado los lineamientos de cómo deben ser todas las Escuelas Esotéricas de la Nueva Era, donde se sabe y existe la relación bien comprendida de Maestro-Discípulo y muchas cosas más, que algunos ignorantes seudo-espiritualistas esnobistas no conocen y niegan por ignorancia.
Hay que tener cuidado de no caer en la mala interpretación del término “esotérico”, creyendo que serlo es estar sometido, reprimido o coartado, ¡no señor!. El esotérico es una persona libre que, si desea, descubre por su propia investigación y observación con todas la libertades las leyes de la vida, que acata por razonamiento, con libre albedrío y decisión propia las proposiciones del maestro sin estar sujeto a su autoridad, él avanza por su propio pulso.
Es importante que se tenga en consideración que la vanguardia de las Enseñanzas de la Nueva Era las están llevando discípulos esotéricos de Segundo Rayo con influencia del Séptimo Rayo, que trabajan preponderantemente más que nada con el vehículo mental.
(Foto Rubén Cedeño. Ventana abierta y cerrada de Verona, Italia)
Por Rubén Cedeño