Es importante cuando se pretende un “Camino Espiritual” y se comienza de forma certera a realizar la meditación, saber lo que es el Espíritu, el Alma y el cuerpo, sus relaciones y diferencias. Dice Annie Besant: El hombre está hecho a “imagen de Dios”. Es, pues, triple en su naturaleza: Espíritu, Alma y Cuerpo. Es la morada de Dios, el templo de Dios, el templo del Espíritu Santo.
Del “Divino Uno”, el Logos Cósmico se diversifico la “Santísima Trinidad” haciéndolo todo de constitución trina en el Universo, esto es Voluntad, Sabiduría y Amor, aspectos asociados al Primero, Segundo y Tercer Rayo respectivamente, coligado a los colores: Azul, Dorado y Rosa. Esta trinidad es considerada en casi todas las religiones y en el Cristianismo es: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Existe en el Espíritu, el “Triple Espíritu”; en el Alma la “Triple Alma” y en el Cuerpo el “Triple Cuerpo”, y esto se ha dado a llamar: “El Poder del Tres Veces Tres” que suma nueve. Dice al respecto Max Heindel: El número nueve, es el número raíz del estado actual de nuestra evolución. Tiene un significado en nuestro sistema que ningún otro número tiene.
El Espíritu es la “Suprema Realidad” del “Ser Humano”, conocido como “La Mónada”, que es la “Divina y Todo Poderosa Presencia de Dios “Yo Soy”, cuya conciencia se desenvuelve en el plano de nombre homónimo o Monádico, que es el de más alta rata vibratoria y más espiritual de todos, más allá del bien y del mal, de la lucha del par de opuestos, en el estado de Ser, Conciencia y Bienaventuranza perfecta. La Mónada o Presencia Yo Soy es Triple conocida como la Trinidad Superior o la Llama Triple Superior que se despliega en el Plano Átmico, Buddhico y Manásico. La Mónada es el modelo de perfección y pureza más excelso que se puede concebir, sólo tiene una falencia, terrible, insalvable y es que no tiene autoconciencia de que es parte de Dios y su propósito es darse cuenta de esto, tratar de darse cuenta que lo Es. En este propósito desciende de sus planos de perfección y pureza durante eones de involución para introducirse en los planos inferiores físico, astral y mental buscando conciencia. De alguna manera lejana es la trama de la extraordinaria ópera “Die Frau ohne Schatten” del músico neoclásico alemán del siglo XX Richard Strauss, con libreto del poeta Hugo von Hofmannsthal. La Emperatriz es la Mónada y está en la obligación de generar una manifestación o individualización humana que tenga sombra como todo mortal, ya que ella no tiene sombras porque es pura luz. La Mónada que no tiene sombra humana no justifica su existencia.
El cuerpo físico es lo que más se conoce, pero no así su compuesto que consta de tres elementos que son materia física y vitalidad unidos como un solo elemento. Si se toma como separado el vehículo etérico sería un cuarto elemento y por eso se le llama a veces a la personalidad “cuaternario inferior”. Este combinado de cuerpos físico-etérico, emocional y mental es lo que conforma “la personalidad” con todos sus aditivos, destructivos y constructivos. La conciencia plena del “cuaternario inferior” se encuentra en el “Plano Físico” donde el ser humano, más o menos se da cuenta de las cosas. “El Cuerpo” como vehículo trino tiene como propósito adquirir, por medio de vivencias, las Enseñanzas que este le transmite al “Real Ser” como vehículo de su Presencia, para que vaya creando autoconciencia de que es Dios. Es preciso en toda real “Vivencia Espiritual” que el cuerpo se transforme en vehículo de “La Divinidad” y luego se funda en “Ella”. Para esto, entre otras cosas, es necesario que el vehículo tangible siempre este impecablemente aseado, perfumado, consumadamente bien vestido y con colores claros.
Es indefectible que el vehículo vital esté en óptimas condiciones saludables y energizado, asunto que se consigue con una alimentación energética, sin comida chatarra, depurada del alcohol, sin carnes, aunque el vegetarianismo no se le obliga a nadie y, de igual forma, exento del cigarrillo ni drogas aunque tampoco es obligatorio.
El vehículo emocional requiere de la purificación de los sentimientos, desenvolviendo el “Amor Compasivo” hacia todo ser humano y cualquier ser vivo y desechando todo sentimiento de división, cisma, excluyente y de rechazo hacia alguien. Expresa Annie Besant: El hombre está unido por sus deseos a esa rueda de cambio, y en consecuencia debe librarse de ella por el conocimiento, la devoción y la extinción de los deseos. Cuando el Alma conoce a Dios se liberta. La inteligencia purificada por el conocimiento le contempla. El conocimiento unido a la devoción halla la morada de Brahma. Quien conoce a Brahma, se convierte en Brahman. Al cesar los deseos, el mortal se hace inmortal, y alcanza a Brahma.
El vehículo mental requiere de pensamientos positivos y rechazar los negativos mediante las técnicas de afirmación del bien y negación del mal, decretándole con el debido pensamiento y sentimiento: “Le quito poder” a todo lo que no sea constructivo. Se debe desenvolver el Chitta-vitri-nirodha que es el “Control de los Vórtices de la Mente” que es evitar las perturbaciones mentales, así como las ondas que se forman cuando se lanza una piedra a un lago tranquilo que no permiten que se refleje el paisaje y es semejante a cuando la mente no permite que la Divinidad se refleje en ella. Esta piedra que mueve el agua de la mente no deja que la Mónada se refleje, ni “La Voz del Silencio” se escuche. Cuando se medita observando la mente que va de aquí para allá, pensando en esto y lo otro, eso son los vórtices de la mente.
La evolución en el “Sendero de Regeneración” consiste en unificar la “personalidad” o “cuerpo” con el Espíritu Puro haciendo desaparecer la influencia negativa de los vehículos inferiores. En esta labor aparece “El Alma” que es el “Ego” con mayúscula, el “Cristo Interno” o el Ángel Solar cuya conciencia está activa en el Plano Mental Superior y por eso no nos percatamos de lo que es el reflejo de un rayo de la Mónada que intermedia entre el “cuerpo” y “El Espíritu” fungiendo como lazo unitivo entre ambas polaridades. Su aspecto lumínico semeja un Loto de doce pétalos radiantes de Luz que es sensible al llamado del “Om” cuando es entonado con la debida intención de la invocación. De estos doce pétalos, tres de ellos conforman una Llama Triple que está relacionada con la espiritualización del vehículo físico-etérico; otros tres pétalos a forma de Llama Triple con la espiritualización del vehículo emocional o astral y tres más con la espiritualización del vehículo mental. Mientras tanto se mantiene en el corazón de este Loto Ígneo, la “Joya en el Loto” que es la esencia de la Sagrada Llama Triple que desciende de la Mónada y mora en el Corazón Humano.
El trabajo más serio, comprometedor, importante, necesario de toda la encarnación es unificar el cuerpo con el Espíritu mediante el Alma o Cristo Interno. Esto se logra por mediación de la meditación, la visualización, el esfuerzo diario de la purificación de vida enfocada hacia los vehículos inferiores, la utilización meditada y sentida de ciertas afirmaciones usadas como mantrams. En esto último hay que tener cuidado de no caer en la actitud lúdica con que ciertas organizaciones han comunicado esto, bajo un matiz supuesto de Nueva Era, creyendo que sólo con afirmaciones dichas veleidosamente, con posturas y determinados trajes se puede lograr la Divina Unión, mientras están divididos, excluyendo, despreciando y continúan en el “Aula de la Ignorancia”. La unificación con el Cristo no se consigue lúdicamente, si fuera tan fácil todo el mundo sería un “Alma Activa”. Esto lo lograron personas como Milarepa, Santa Teresa de Ávila o Ramakrishna con un arduo esfuerzo, grandes renuncias, doblegando su personalidad, haciendo completa exégesis del despertar del Alma. No vaya a creer la gente que ahora por ser la Nueva Era eso es un asunto olímpico, que con actitudes supuestamente modernistas lo van a lograr, cuando lo que están haciendo es cayendo en el fashion- espiritual. Existe el espejismo del logro espiritual, donde no pasa de ser una creencia a nivel del mental inferior, en que no existe nada referente a la toma de conciencia de los vehículos superiores del individuo.
Por Rubén Cedeño
(Foto: Rubén Cedeño -Tres agujas del techo de Templo en Lasha-Tibet).