Rubén Cedeño
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Sean Lámparas Para Ustedes Mismos-Rubén Cedeño

Cada Luna Llena de Junio el Señor Maitreya rememora leyendo la “Última Plática” del Señor Gautama a su amigo inseparable. "SEAN LÁMPARAS PARA USTEDES MISMOS” es la frase angular de la última plática del Señor Gautama.

Hace apenas algunos segundos aquí en Vaisali estaba todo obscuro, totalmente nublado, no se divisaba en ninguna parte de la bóveda celeste ni un mínimo sesgo de cielo azul, y cuando se dijo: “Sean lámparas para ustedes mismos”, surgió repentinamente de la nada un ramalazo de luz solar, el sol apareció e iluminó todo Vaisali sorpresivamente. Nada es por casualidad, existe el principio de correspondencia cuyo enunciado es: “Como es arriba, es abajo”. Lo que tal vez pueda querer decir es que así como esto sucedió en el plano físico es porque haya una posible respuesta en los planos superiores.

Desde hace años, Dios me permitió hacer público para todos dentro de la Metafísica la frase que el Señor Gautama dijo en su Última Plática: “Sean Lámparas para ustedes mismos” y que se incluyó en el Servicio “Los Votos del Iluminado”. Antes de esto, esta frase nadie la conocía en la Metafísica. Estas palabras quieren decir que no tienen porqué depender como perrito faldero siguiendo a ciegas a un facilitador o maestro ni a nadie, pero tampoco quiere decir que no se tenga alguien que facilite la enseñanza.

Se puede tener como meta “Sean Lámparas para ustedes mismos”, pero para llegar a esto hay que pasar un largo trecho de aprendizaje, pruebas, entrenamientos con alguien que lo haya logrado y sepa transmitirlo, alguien como un buen facilitador o maestro. Sé que eso no abunda, pero de haberlos, los hay. Hay que tener en cuenta que el Señor Gautama le dijo: “Sean Lámparas para ustedes mismos” a su grupo de discípulos que todos eran “Arhats” y esto hay que analizarlo.

ARHAT
Arhat es un título que quiere decir en sánscrito: “Persona Digna de recibir Grandes Honores” y solo se le da a un Maestro después de desenvolver la “Quinta Iniciación”; aquel que se libera del Samsara o “Rueda de Reencarnaciones”; Iniciación de la Liberación, cuando se tiene el “Loto Crístico completamente despierto o desplegado”, desarrollando el Cuerpo de Dharmakaya, o vehículo de pura Ley y Enseñanza espiritual, donde la estrella que fulgura en su cabeza lo conduce al Plano Átmico a la Tríada Superior, pues ya está en el Plano Búddhico unido con Manas, llamado MANAS-TAIJASI. Con todo este aval era viable para los discípulos del Señor Gautama ser “Lámparas para sí mismos”. Pero un estudiante espiritual común o incluso que tenga muchos años estudiando espiritualidad o predicándola, si no ha incorporado la instrucción en primera persona dentro de su propia vida, no es la enseñanza en sí mismo, no tiene ni el primer atisbo de un “Cuerpo de Dharmakaya” y si se le dice: “Se lámpara para ti mismo” puede creer el solemne disparate que él, con su cuerpo astral y mental descontrolado, tiene que abandonar a quien los instruye para erguirse como su propia luz. Eso es un disparate ya que por más que lo intente, no lo va a lograr, a menos que sea auxiliado en esto.

Cuando alguien es “lámpara para sí mismo”, la Luz Interior de su Alma lo ilumina, es la guía de sus pasos, esto no quiere decir que se desechen los libros, ni los Maestros que han conducido a esa persona a ser Lámpara para sí mismo.
Una persona para ser “lámpara para sí misma” no se tiene que ir, separar o atacar a quien le enseñó, ese no es una lámpara que se ilumina a sí mismo, es una lámpara que se tira al piso para incendiar y destruirlo todo con su fuego asesino. Un ingeniero que edifica un perfecto edificio donde todo lo que construye es siendo dueño de sus ideas, producto de su iluminación, con su proyecto original y completamente creativo, es una “lámpara para sí mismo”, y esto no le justifica ni tiene nada que ver con que se incomunique, sea mal agradecido y se pelee con su profesor de ingeniería.

En la Metafísica nos han derrumbado casas, barrido grupos, secuestrado facilitadores, cerrado países, pero jamás han podido contra nuestra esencia, nuestra Luz. Hemos sido “Lámparas para nosotros mismos”, pero no solos, sino en la fortaleza que da la unión con nuestros maestros, facilitadores, condiscípulos, literatura y a pesar de todo siempre resurgimos y hemos seguido adelante cada vez más gente, más triunfantes, más fuertes, con más enseñanzas, con más que darle a los demás. Eso es Ser Lámparas para sí mismos.

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Un pianista que toca el concierto nº 2 de Rachmaninoff con sus propias dinámicas, estilo, matices, y digitación, que es “Lámpara para sí mismo” porque todo lo hace de acuerdo a su creatividad e imaginación, no tiene nada que ver con que tenga que dejar su profesor de piano, todo lo contrario, debe seguir estudiando con él para ser cada vez más creativo y original.

Todo el mundo necesita un maestro para aprender, hasta los Maestros de Sabiduría tienen su Maestro, y no tenerlo es un disparate. El que se tenga un maestro no quiere decir que no se tengan ideas propias, una luz particular que emane de su propia conciencia e ilumine lo que tienes que alumbrar. Eso no significa que se vaya en contra del maestro, se le ataque o se le desconozca. Un facilitador no es un maestro, es alguien que expone, comunica, y la Luz de eso que él comunica se tiene que hacer en el facilitado. Cualquiera puede tener un facilitador y quererlo, porque si bien él no es el Sol, es el dedo que lo apunta y dice dónde está. Sin el facilitador estaríamos perdidos, nunca sabríamos donde está la Luz. Y eso de decir que cuando se encuentra la Luz, ya el maestro no hace falta, es un gran error, ya que la Luz se puede nublar, apagar, perder y hace falta que un Maestro la vuelva a encender. Los grandes ejecutantes, escritores y maestros en cualquiera de las artes siempre hacen ver sus obras con sus maestros y si ya estos no están, lo hacen revisar con alguien capacitado. Esto se hace por humildad, ya que nadie es lo autosuficiente perfecto para verse los defectos a sí mismo y hace falta alquilen que se los vea y corrija. Esto sucede hasta en los más altos niveles de la Jerarquía Espiritual. Dice el Maestro de Sabiduría de la Jerarquía Espiritual que presenta a Fun Wey en el Libro “Alegría Celestial” de Lord Ling que: CADA MAESTRO, AUNQUE ESTÉ ASCENDIDO, POSEE SU PROPIO MAESTRO SUPERIOR Y DIVINO LLAMADO EN ORIENTE “SU GURÚ”.

Mi persona ama a Conny y he escrito maravillas sobre ella, como nadie en el mundo, y a Katiuska la he adorado, pero nunca les estuve preguntando: “¿Hago esto o no lo hago?”, ni pidiéndoles permiso para nada. Una cosa es aprender y tenerle amor, respeto y reconocimiento al facilitador, gurú o maestro y otra es la dependencia, sumisión y obediencia ciega; uno debe amar, pero no debe estar sumiso a nadie.

“Sean lámparas para ustedes mismos” significa que sea la conciencia la que nos guíe en la Enseñanza. El Señor Gautama tuvo su Maestro que era Dipankara y todos los seguidores del Señor Gautama lo tenían a Él como maestro y todavía esto sigue vigente en sus sucesores, cada practicante de las enseñanzas del Señor Gautama tiene su maestro. No hay un solo Maestro de la Jerarquía Espiritual que no tenga su preceptor o Maestro y que no ponga en práctica esta frase. “Lo cortés no quita lo valiente”. “Ser Lámpara para sí mismo” no es ir en contra del Maestro ni el facilitador, es no depender de él.

Por Rubén Cedeño

(Vaisali, India, 7-01-09)

Grupo Metafísico de Madrid

Desde la Sede Central del Grupo Metafísico de Madrid Europa tengo el placer de darles la bienvenida a todos los que visitais esta puerta a las enseñanzas de los Maestros Ascendidos, de la edad dorada de su majestad Saint Germain y a la magistral exposición de su discípula directa, nuestra Amada Conny Méndez, cuyo legado recibimos de la mano de nuestro amigo Rubén Cedeño, para cuyo agradecimiento por su Amor, Instrucción y Amistad no conoce límites.

Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias públicamente también a las personas que componen el grupo interno que tengo el privilegio de dirigir, sin cuyo amor, buen hacer y apoyo incondicional, no podría realizar la tarea que libremente elegí en su momento, así como a todos los colaboradores que contribuyen con las conferencias e instrucciones día a día, fieles a su linea discipular y a su conciencia. 

Si en algo contribuye esta página, a la expansión de la luz, aunque sea de una persona, nos daremos por satisfechos.

por Domingo Laut Rodríguez