El día después de que se conmemora el natalicio del Maestro Jesús, el 25 de Diciembre, se celebra el Día de los Ángeles. Es tanta la descarga de luz generada por el Espíritu de la Navidad, el Maestro Jesús, Santa Claus y los adornos de Navidad, que la Tierra eclosiona de tanta belleza, música y alegría, y los Ángeles retozan incontenibles sobre la atmósfera del planeta, rebosando de bendiciones para toda la humanidad.
Ese día es recomendable realizar el “Servicio de los Ángeles” y cantar su himno, que se encuentra en la pieza “Gloria in Excelsis Deo” o “Les Anges Dans nos Campagnes”.
Los Coros Angélicos son representación de todas las ideas, pensamientos y sentimientos espirituales de la humanidad, que cuando nació Jesús, vinieron por miríadas a inundar el cielo de Belén, cantando: “Gloria a Dios en las alturas y en la Tierra Paz a los hombres de Buena Voluntad”. Esta es una frase de gran poder, ya que será la gente de buena voluntad la que salvará a la humanidad y traerá el reino de Dios sobre la Tierra. Esta gente está en todas partes: en cargos gubernamentales, dirección de institutos; son maestros, médicos, ingenieros, artistas, que trabajan para manifestar el Plan Divino de Perfección, que es la manifestación de los Siete Aspectos de Dios.
(Libro: “Espíritu de la Navidad”)
por Rubén Cedeño
CREA TU ÁNGEL
Uno puede invocar o crear Ángeles para solucionar todas las necesidades que tengamos, pero para hacerlo tenemos que seguir ciertos pasos, que son la técnica, y no se puede alterar ninguno de ellos.
1º Primero que nada a los Ángeles hay que tratarlos con mucho amor, no se les puede dar órdenes con rabia, enojo o coraje, hay que decirles siempre y por adelantado: ¨Amados Ángeles¨ y después todo lo demás que uno desee pedir.
2º El segundo paso consiste en decidir a qué asunto, situación, o persona le queremos invocar o crear un Ángel.
3º El tercer paso consiste en decidir de qué Rayo tiene que ser el Ángel que vamos a invocar o crear. Si necesitamos proteger a alguien o fuerza para realizar una labor, será un Ángel del Rayo Azul; Si nos urge inteligencia para hacer algo podemos crear o invocar un Ángel del Rayo Dorado; si requerimos Amor para alguien que está disgustado o el arreglo de un artefacto, podemos invocar o crear un Ángel del Rayo Rosa; si nos es necesario embellecer un lugar que está feo o purificar algo que está sucio, podemos invocar o crear Ángeles del Rayo Blanco; si precisamos curación en nosotros o en alguien, rodear un hospital, o armonía, un Ángel del Rayo Verde; si necesitamos provisión para nosotros, una ¨villa miseria¨ o paz, un Ángel del Rayo Oro-Rubí; y si nos urge trasmutar y perdonar algo, si andamos muy negativos un Ángel del Rayo Violeta.
4º Lo siguiente que tenemos que hacer es un decreto para la creación de un Ángel y colocarlo en el sitio o la persona donde él va a hacer su trabajo.
5º Por último hay que darle gracias a los Ángeles o al Padre, porque ya los Ángeles realizaron el favor o el milagro que estamos necesitando y esto dice así: ¨Gracias Amados Ángeles¨ o ¨Gracias Padre¨.
DECRETO PARA LA CREACIÓN DE UN ÁNGEL
En el Nombre y el Poder de Dios en mí, YO SOY la Presencia radiante de un Ángel (o de miles de Coros Ángelicos, dependiendo del caso) del Rayo __________, para que se ocupe de ______________ y que, cuando termine de cumplir su misión perfectamente, quede libre de regresar al Corazón del Padre.
Podemos colocarle Ángeles a las personas y los objetos que lo necesiten y veremos como a todo aquello a lo que le colocas Ángeles se pondrá mejor. Los Ángeles purifican los ambientes, los llenan de Amor, embellecen las ciudades, realzan el esplendor natural de las cosas. Al invocarlos y darles Amor rápidamente responden. Nuestra ¨Presencia YO SOY¨ puede atraer a miles de Ángeles para hacer manifestar en nuestro mundo toda la magnificencia del Reino Angélico.
Cada vez que pensamos, sentimos y actuamos con amor, buena voluntad, belleza, pureza, verdad, paz y libertad creamos ¨Ángeles de Luz¨ de gran hermosura capaces de ayudar, a uno mismo y todo lo que roce su campo de fuerza.
(Imagen superior: Virgin of the Angels, Adolphe-William Bouguereau)
(Libro: “Ángeles”)
por Rubén Cedeño